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miércoles, 30 de marzo de 2011

El cambio climático y los huracanes

Siguiendo con el tema del cambio climático, nuestros/as alumnos/as a través de un documental sobre la relación del cambio climático y los huracanes, han desarrollado unos trabajos que mostramos a continuación. Los autores son:Edgar,Antonio,José Manuel y Ángel Martín.

- ¿Qué es un huracán?

El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan antihorariamente (= en contra de las manecillas del reloj) en el hemisferio Norte. Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 km/h es llamado depresión tropical. Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 km/h se llama tormenta tropical y, al exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se convierte en huracán. El mismo fenómeno se denomina ciclón en el Océano Índico y en el Pacífico Sur, huracán en el Atlántico Occidental y el Pacífico Oriental y tifón en el Pacífico Occidental. Los huracanes y tifones son el mismo tipo de tormentas que los "ciclones tropicales" (el nombre local de las tormentas originadas en el Caribe y en la región del Mar de China, respectivamente).

DEPRESIÓN TROPICAL: ciclón tropical en el que el viento medio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 62 km/h o inferior.

TORMENTA TROPICAL: ciclón tropical bien organizado de núcleo caliente en el que el viento promedio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 63 a 117 km/h.

HURACÁN: ciclón tropical de núcleo caliente en el que el viento máximo promedio a nivel del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 118 km/h o superior.


- El proceso de cómo se forman los huracanes.

Bajo ciertas condiciones, una tempestad tropical puede crecer y convertirse en un huracán masivo. A veces, varias tempestades comienzan a girar alrededor de un área central de baja presión. Esto se llama depresión tropical. Si la depresión se consolida y los vientos alcanzan por lo menos 39 mph, se llama tormenta tropical. Y si las velocidades del viento aumentan a más de 74 mph, se llama ciclón o huracán tropical. Una vez que están formados, los huracanes toman energía del agua caliente del océano para hacerse más fuertes. Una tormenta cobrará fuerza si hay una fuente de aire caliente y húmedo para alimentarla. El aire caliente y húmedo se encuentra sobre las aguas calientes del océano tropical. Mientras un huracán está sobre el agua caliente, continuará creciendo. Un huracán muere cuando se aleja de las zonas tropicales. Cuando un huracán se traslada a áreas con aguas oceánicas más frías, éste se debilita. También se debilitará si se desplaza tierra adentro.


- Tornados. Un tornado es un fenómeno meteorológico que consiste en una columna de aire que rota de forma violenta; su extremo inferior está en contacto con la superficie de la Tierra y el superior con una nube cumulonimbus o, excepcionalmente, con la base de una nube cúmulus. Se trata del fenómeno atmosférico más intenso que se conoce. Los tornados se presentan de diferentes tamaños y formas pero generalmente tienen la forma de una nube embudo, cuyo extremo más angosto toca el suelo y suele estar rodeado por una nube de desechos y polvo. La mayoría de los tornados cuentan con vientos que llegan a velocidades de entre 65 y 180 km/h, miden aproximadamente 75 metros de ancho y se trasladan varios kilómetros antes de desaparecer. Los más extremos pueden tener vientos con velocidades que pueden superar los 450 km/h, medir hasta 2 km de ancho y permanecer tocando el suelo a lo largo de más de 100 km de recorrido. Entre los diferentes tipos de tornados están las trombas terrestres, los tornados de vórtices múltiples y las trombas marinas. Éstas últimas se forman sobre cuerpos de agua, conectándose a cúmulus y nubes de tormenta de mayor tamaño, pero se les considera tornados porque presentan características similares a los que se forman en tierra, como su corriente de aire en rotación en forma de embudo. Las trombas marinas por lo general son clasificadas como tornados no-supercelulares que se forman sobre cuerpos de agua.5 Estas columnas de aire frecuentemente se generan en áreas tropicales cercanas al ecuador, y son menos comunes en latitudes mayores, cercanas a los polos. Otros fenómenos similares a los tornados que existen en la naturaleza incluyen al gustnado y los remolinos de polvo, de fuego y de vapor.Los tornados pueden arrasar con todo a su paso vehículos, casas ademas pueden estar acompañados con tormentas tropicales, eléctricas o huracanes Los tornados son detectados a través de radares de impulsos Doppler, así como visualmente por los cazadores de tormentas. Se les ha observado en todos los continentes excepto en la Antártida. No obstante, la gran mayoría de los tornados del mundo se producen en la región estadounidense conocida como Tornado Alley, aunque pueden formarse prácticamente en cualquier parte de América del Norte. También ocurren ocasionalmente en el centro-sur y este de Asia, norte y centro-este de Sudamérica, sur de África, noroeste y sudeste de Europa, oeste y sudeste de Australia y en Nueva Zelanda. Existen varias escalas diferentes para clasificar la fuerza de los tornados. La escala Fujita-Pearson los evalúa según el daño causado, y ha sido reemplazada en algunos países por la escala Fujita mejorada, una versión actualizada de la anterior. Un tornado F0 ó EF0, la categoría más débil, causa daño a árboles pero no a estructuras. Un tornado F5 ó EF5, la categoría más fuerte, arranca edificios de sus cimientos y puede producir deformaciones estructurales significativas en rascacielos.10 La escala TORRO va del T0 para tornados extremadamente débiles al T11 para los tornados más fuertes que se conocen. También pueden analizarse datos obtenidos de radares Doppler y patrones de circulación dejados en el suelo (marcas cicloidales) y usarse fotogrametría para determinar su intensidad y asignar un rango.


- Nombres de algunos de los huracanes (desde el 2004 hasta hoy).


Huracán Alex (2004) El Huracán Alex fue la primera tormenta en recibir nombre, el primer huracán, y el primer huracán mayor de la Temporada de huracanes en el Atlántico de 2004. Alex, la primera tormenta de la temporada, se formó excepcionalmente tarde en la temporada; la quinta más tardía desde 1954. Se desarrolló de la interacción entre una borrasca de nivel superior y una depresión con superficie débil el 31 de julio al este de Jacksonville, Florida. Se desplazó al noreste, y se fortaleció hasta alcanzar vientos de 160 km/h antes de pasar a 16 km de la costa de las Outer Banks. Alex tomó aún más fuerza alcanzando una cifra máxima de vientos a 190 km/h mientras se encontraba cerca de las costas de Nueva Inglaterra, siendo el segundo huracán en alcanzar la categoría 3 al norte de 38º N.


Huracán Katrina (2005) El huracán Katrina fue uno de los ciclones tropicales más mortíferos, destructivos y costosos que haya impactado a Estados Unidos en décadas. Katrina formó parte de la Temporada de huracanes en el Atlántico de 2005. Fue la tercera tormenta más poderosa de la temporada. Fue un gran ciclón tropical que azotó el sur y el centro de los Estados Unidos en agosto de 2005. Produjo grandes destrozos en Florida, Bahamas, Luisiana y Misisipi, incluyendo cuantiosos daños materiales y graves inundaciones. Tocó tierra en la costa de Luisiana el 29 de agosto convertido en un huracán categoría 3, y a pesar de que en el último momento se desvió ligeramente de su ruta, que atravesaba directamente la ciudad de Nueva Orleans, se produjo una gran devastación en la misma y en zonas cercanas. Por los daños producidos, se convirtió en uno de los huracanes más devastadores en Estados Unidos en la historia reciente, y quizás sea el mayor desastre natural en la historia de ese país. Se estima que el Katrina causó daños materiales por 75 mil millones de dólares estadounidenses, convirtiéndose en el huracán más costoso en la historia de los Estados Unidos; la tormenta causó la muerte a 1.836 personas, convirtiéndose en el huracán más mortífero de Estados Unidos desde el Huracán San Felipe II de 1928.


Huracán John (2006) El Huracán John fue la undécima tormenta tropical, el séptimo huracán y el quinto huracán mayor de la temporada pacífica 2006. John se movió muy cerca de la costa occidental de México y azotó la península de Baja California, con un saldo de tres muertos en Los Cabos. Huracán Lane (2006) El Huracán Lane fue la decimotercera tormenta tropical, el noveno huracán y el sexto huracán mayor de la temprada pacífica de 2006. El ojo de Lane azotó la costa pacífica de México a las 1215 PDT en el 16 de septiembre de 2006, en el estado de Sinaloa a cerca de 20 millas al sureste de El Dorado.


Huracán Félix (2007) El Huracán Félix fue la sexta tormenta en recibir dicho nombre, quinto ciclón tropical y segundo huracán de la Temporada de huracanes en el Atlántico de 2007. Su formación se da a partir de una onda tropical al este del océano Atlántico donde le favoreció un desarrollo muy acelerado durante el día 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre de 2007. Inusualmente, durante el día el 2 de septiembre, incrementó su intensidad en tres ocasiones. A las 6:00 p.m. Tiempo del Este (00:00 UTC, 3 de septiembre) alcanzó la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson. El 4 de septiembre penetró en tierra en la costa noreste de Nicaragua disminuyendo su intensidad considerablemente a tormenta tropical. Este ciclón tropical siguió una ruta muy similar a la del huracán Dean, solo a poco más de una semana de que este último azotara a varios países en el mar Caribe y dejara decenas de víctimas hasta su disipación en México, Félix mantuvo un desplazamiento hacia el oeste noroeste, mientras que Dean siguió una trayectoria hacia el noroeste.


Huracán Gustav (2008) El Huracán Gustav fue el séptimo ciclón tropical, tercer huracán y segundo huracán Mayor de la Temporada de huracanes en el Atlántico de 2008. Se formó en el Mar Caribe la mañana del 25 de agosto de 2008 alrededor de 415 km al sureste de Puerto Príncipe, Haití, y rápidamente se intensificó en una tormenta tropical esa misma tarde y en un huracán en las primeras horas del día 26 de agosto. Horas después tocó tierra cerca de la ciudad haitiana de Jacmel perdiendo fuerza y degradándose a tormenta tropical. A partir de entonces, Gustav comenzó a intensificarse nuevamente y en menos de 24 horas se desarrolló de una tormenta tropical fuerte a un poderoso huracán categoría 4.1 El Huracán Gustav dejó a su paso por Haití, República Dominicana y Jamaica un saldo de 86 personas muertas2 y otras ocho en los estados de Georgia, Luisiana y Florida en los Estados Unidos.


Huracán Bill (2009) El Huracán Bill, es el primer huracán de la temporada de ciclones tropicales en el Atlántico de 2009, se formó generalmente en el medio del océano Atlántico, y sigue intensificando su fuerza por estar muy lejos de la costa norteamericana, ya que el mismo viaja a la paralela de la costa este de Estados Unidos. Muchos meteorólogos no descartan que pueda ser la mano derecha del Huracán Katrina, que, con categoría 5, devastó el centro-este de Estados Unidos, en ruta del Misisipi, que por circulación, Bill alcanzó la categoría 3 en muy corto plazo, pero éste se supone que no pisará tierra firme por tener un trayecto por el agua, pero no es excepción esto, sino, que en su inércico trayecto, se ubica las Islas Bermudas, que con su gran avance de fuerza/intensidad, no se descarta que llege con categoría 5 al mismo sitio, y que continúe; aunque éste fenómeno del "Gran Huracán Categoría 5" no se cumpió, al igual que el pase sobre el archipiélago Bermuda.


Huracán Andrés (2009) El Huracán Andrés fue un ciclón tropical que bordeó la costa suroeste de México en junio de 2009, concretamente la costa de los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit. El 21 de junio, Andrés adquirió dicha denominación y la categoría de tormenta tropical cuando se localizaba a 325 km al sur de Zihuatanejo, Guerrero.2 Durante la tarde del 23 de junio, Andrés alcanzó la categoría 1 de Huracán,3 sin embargo, unas horas después se degradó a tormenta tropical.4 Andrés fue el segundo ciclón tropical, la primer tormenta tropical y huracán que se forma en la Temporada de huracanes en el Pacífico de 2009.


Huracán Alex (2010) El huracán Alex fue el primer ciclón tropical de la temporada de huracanes en el Atlántico de 2010. Formado a partir de una potente onda tropical, se desarrolló lentamente en el mar Caribe y se desplazó hacia el Oeste mientras se organizaba e intensificaba hasta tocar tierra al Norte de la Ciudad de Belice. Su tránsito sobre tierra en la península de Yucatán lo debilitó, pero volvió a ganar intensidad de tormenta tropical al reingresar al mar en el golfo de México. Alex fue el primer huracán que se formó en el océano Atlántico en el mes de junio desde el Huracán Allison de la temporada de 1995. Alex ha sido responsable de la muerte de al menos 23 personas en su recorrido. En el mar Caribe, el sistema produjo intensas lluvias en La Española, provocando una muerte y un desaparecido en República Dominicana. Durante la primera entrada en tierra, las inundaciones provocaron otras diez víctimas y en México, la tormenta causó otras tres muertes en Acapulco y dos más en Chiapas y Oaxaca, respectivamente. Finalmente, después de tocar tierra en Tamaulipas, el huracán provocó otras siete muertes y un desaparecido en Nuevo León. Además de inundaciones considerables, Alex provocó cortes de energía eléctrica en el Noreste de México y en el extremo austral de Texas.


- ¿Cómo afecta el cambio climático a la formación de huracanes ?

Hay especialistas en meteorología que han sugerido que hay un ciclo climático de huracanes que consisten de unos 30-35 años. Éstos afectan enormemente la formación de huracanes. Así que tras 30 años de fuertes huracanes tendremos otros 30 de calma, con pequeños huracanes de mucha menor intensidad, para luego volver a empezar otro ciclo fuerte. Esta información se estima a través de los datos recogidos desde principio del siglo XX. El presente ciclo comenzó en el año 2005 y se le considera fuerte por lo tanto todavía nos quedan 14 años para llegar a 2020, año en que terminará el ciclo actual causante de los grandes huracanes como los del año 2005. Para los próximos años se esperan huracanes tan intensos y destructivos como Iván, Katrina o Wilma. Una de las cosas que se ha conprobado afectan al cambio climático, y por tanto a estos ciclos de huracanes es The Ocean Conveyor Belt. Esta especie de Cinta Transportadora Oceánica (traducción literal) es una representación básica de como se desplazan las corrientes marítimas por todo el planeta. Si bien las corrientes superficiales son generadas básicamente por la fuerza del viento, las corrientes profundas son generadas por las diferencias de temperatura y de densidad (ésta última depende de la concentración de sal). El agua se enfría al acercarse al Polo Norte en el Océano Atlántico, y se hunde en las profundidades, dejando sitio para nuevas cantidades de agua caliente que suben desplazadas desde el Caribe. Este agua enfriada se desplaza por corrientes profundas para volver a salir a la superficie en los Océanos Índico y Pacífico. Este ciclo aparentemente sencillo tarda aproximádamente 1000 años en completarse. Dado a los grandes movimientos de energía que conlleva (en forma de calor), este ciclo afecta drásticamente al clima en todo el mundo. Sin embargo, según las últimas observaciones, este ciclo puede estar debilitándose. Los últimos informes afirman la debilitación de las columnas de agua fría descendientes de la superficie en el Atlántico Norte; de las 7 columnas detectadas anteriormente, sólo se han encontrado 2 y muy debilitadas. Hoy día se cree que el alto deshielo de la capa polar en Groenlandia aportó grandes cantidades de agua fria de baja densidad (agua dulce, sin sal) llegando a detener este ciclo vital de los océanos, lo cual fue la causa de la última glaciación en Europa, llamada Younger Dryas, que duró unos 1300 años al final del Pleistoceno (hace más de 10.000 años). AGENCIAS WASHINGTON (EEUU).- El número de huracanes registrados en el Atlántico Norte se ha duplicado respecto a las cifras registradas hace un siglo debido al calentamiento de la superficie de las aguas, según un estudio del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) de Georgia, que apunta al cambio climático como la principal causa. Los científicos señalan como ejemplo que el año pasado, que fue mucho menos activo que los dos anteriores debido a la presencia del fenómeno climático de El Niño en el Pacífico, habría sido considerado hace 100 años como una temporada de tormentas muy por encima de la media. El estudio está centrado en los huracanes y las tormentas tropicales que nacen durante el verano en las costas occidentales de África. Esos ciclones adquieren fuerza y masa a medida que avanzan hacia el oeste y generalmente se internan en el Golfo de México o impactan sobre las costas centroamericanas y de EEUU. El análisis identifica tres períodos desde 1990 durante los cuales la media de huracanes y tormentas tropicales aumentó de manera considerable. El primero, entre 1900 y 1930, incluyó una media de seis tormentas tropicales, de las cuales cuatro fueron huracanes. Entre 1930 y 1940 la media anual fue de 10 ciclones, incluyendo cinco tormentas tropicales y cinco huracanes, y entre 1995 y 2005 la media llegó a 15, ocho de los cuales fueron huracanes y siete, tormentas tropicales. "Estos números son un indicio concreto de que el cambio climático es un factor importante en el número de huracanes del Atlántico", afirma Greg Holland, científico del NCAR y uno de los autores del estudio, publicado por el portal de internet 'Philosophical Transactiones of the Royal Society of London'. Aunque se abstienen de hacer predicciones agoreras, los científicos advierten de que el actual período no se ha estabilizado todavía, lo que significaría que la media en el número de huracanes podría ser más alta en los próximos años. Calentamiento marino Según los investigadores, el aumento en el número de huracanes y tormentas tropicales durante el último siglo es paralelo al de las temperaturas marinas, que ha sido en torno a 1,7 grados centígrados. El calentamiento marino ocurrió en los años anteriores a los fuertes incrementos en la frecuencia de las tormentas, tanto en el periodo que comenzó en 1930 como en el de 1995, y continuó en los años posteriores. Sin embargo, pese al aumento en la cifra y frecuencia de las tormentas, la proporción de huracanes y tormentas tropicales se ha mantenido sin variaciones importantes. Hasta ahora, los huracanes han representado alrededor del 55% de todos los ciclones tropicales que nacen en el Atlántico. No obstante, la proporción de huracanes más violentos -aquellos con vientos sostenidos de casi 200 kilómetros por hora-, en relación con los menos intensos y las tormentas tropicales, ha oscilado irregularmente y en los últimos años ha aumentado. El estudio descarta que los ciclos naturales sean los únicos responsables de este aumento acusado, al igual que rechazan que los errores en la toma de datos anteriores a 1944 pongan en duda las conclusiones del estudio.

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