El menú elegido para esta último día de Taller de cocina fue el siguiente: ENSALADA DE QUESO | |
Ingredientes: - 2 lechuga. - Canónigos - 6 tomates - 500 gr. de queso de cabra. - 100 gr. de pan rallado. - 3 huevos. - 4 cucharadas de vinagre. - 1 pizca de comino molido. - 1 pizca de pimienta negra. - Aceite. -Sal. Como prepararlo:Trocear las hojas de lechuga, trocear los tomates y añadir los canónigos. Mezclar en un bol 6cucharadas de aceite con 4 de vinagre, agregar el comino, sal y pimienta al gusto. Poner la lechuga en una ensaladera y verter por encima la vinagreta, cortar el queso en dados. Batir los huevos y pasar el queso por el huevo batido. Rebozarlo a continuación con el pan rallado y freírlo en abundante aceite caliente. Añadir el queso a la ensalada, mezclar y servir. PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE MARISCOS. Ingredientes:
Elaboración: Troceamos la cebolleta en trozos muy pequeños, incluso la podemos pasar por picadora si tenemos y la sofreímos en una sartén grande, cuando está un poco hecha, añadimos el calamar en trozos muy pequeños y el rape muy desmenuzado, lo rehogamos unos minutos y añadimos el tomate pelado y machacado en un mortero, dejamos que se haga bien y por último añadimos los langostinos muy troceados previamente y sal al gusto, movemos bien para que se mezclen todos los ingredientes y se sofrían bien y cuando estén bien hechos, los retiramos del fuego y vamos rellenando los pimientos. Para la salsa: En la misma sartén grande de haber hecho el relleno, añadimos aceite, lo calentamos y añadimos el pimiento rojo troceado en tiras, cuando está un poco blando, añadimos la cebolla pelada y picada también en tiras y dejamos que se haga bien, a continuación lo pasamos por la batidora, añadimos la nata, mezclamos bien y reducimos la salsa unos minutos, añadimos una pizca de sal, removemos bien y se la echamos por encima a los pimientos rellenos y lo calentamos unos minutos al horno. Aquí os presentamos una muestra de como se desarrolló el menú:
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miércoles, 27 de julio de 2011
La última Receta de cocina de este curso
martes, 26 de julio de 2011
Chernóbil y Fukushima
Las centrales de Chernóbyl y Fukushima-1 son prácticamente coetáneas. El primer reactor de Fukushima-1 empezó a funcionar en 1971, el sexto y el último lo hicieron en 1979. El primer bloque de Chernóbyl, por su parte, comenzó a generar energía en 1978. El reactor número cuatro, el averiado, comenzó a funcionar en 1984.
La diferencia principal entre ambas centrales radica en el diseño de sus reactores. La URSS instaló en su central los RBMK de producción propia, de grafito. Japón optó por los BWR, reactores de agua en ebullición, diseñados por General Electric. Los reactores de agua ligera de este tipo se consideran como unos de los más seguros en el mundo y antes del 12 de marzo de 2011 jamás fueron causa de un evento nuclear importante. Además, la central nipona —en comparación con la planta de Chernóbyl— tiene un nivel de protección adicional: no solo las varillas del combustible y el edificio del reactor tienen una cubierta protectora hermética, sino que también la tiene la sala de reactores.
Antes de accidentarse, el reactor número 4 de Chernóbyl logró funcionar dos años y un mes. Hoy en día se considera que la causa principal de la catástrofe de 1986 no fueron los errores del personal, sino fallos fatales de diseño en los reactores de este tipo.
QUÉ PASÓ
Chernóbyl
El tipo de reactor —de grafito— y su diseño marcaron la escala de la catástrofe.
A las 1:23:04 (hora local) de la noche del 26 de abril, especialistas de la central comenzaron las pruebas del sistema de emergencia de abastecimiento de electricidad en el bloque número 4. Tras unos segundos sonó la señal de alerta. El intento de desactivar el reactor falló debido a que las varillas de absorción tenían un diseño ineficaz. A pesar de que antes de iniciar el experimento los ingenieros siguieron todos los pasos establecidos por el protocolo, el reactor siguió funcionando en un régimen de actividad máxima. El sobrecalentamiento y evaporación de las varillas de grafito causó un incendio en el reactor y se produjeron varias explosiones.
Uno de los estallidos más potentes tuvo lugar en el centro de la zona activa del reactor: un 10% o, según algunas estimaciones, un 30% de su contenido (combustible, grafito y distintos isótopos radioactivos acumulados durante el funcionamiento del reactor) salió a la atmósfera hasta alcanzar una altura de algunas decenas de metros.
Tras 46 segundos de empezarse el experimento, a las 1:23:50, el reactor fue totalmente destruido.
Tuvo lugar una reacción nuclear en cadena: a pesar de ser destruido, el reactor no se apagó sino que siguió emitiendo volúmenes enormes de calor. Al "chocar" con el aire, el grafito se enciende, lo que causó otro gran incendio. Como resultado, penetró en la atmósfera la ceniza radioactiva del grafito.
Fukushima-1
El desastre nuclear fue causado por un desastre natural. Un tsunami acabó con el abastecimiento de electricidad en los generadores diésel adicionales afectando al sistema de enfriamiento de los reactores. En consecuencia, las varillas del combustible empezaron a sobrecalentarse y fundirse. Por debajo de la capa protectora de los reactores empezó a acumularse vapor que intentaba abrirse paso hacia el exterior.
El estado de alerta en la central fue declarado el 11 de marzo y los reactores fueron apagados de inmediato. La primera explosión tuvo lugar al día siguiente.
Tanto esta primera, como las posteriores explosiones, fueron mucho más débiles que las de Chernóbyl: no dañaron la capa protectora, afectaron "solo" las paredes del reactor. Tampoco hubo una salida masiva de sustancias radioactivas hacia la atmósfera.
Los reactores de agua en ebullición no contienen materiales inflamables en la zona activa: incluso en caso de que el cuerpo del reactor fuera destruido por completo no habrá un incendio dentro de la zona activa.
Un reactor de agua ligera no es capaz de mantener una reacción nuclear en cadena sin agua. Además, tampoco sucede una reacción si al agua se le añade ácido bórico: el boro es un absorbente muy eficaz de neutrones
Ciertos rasgos comunes tienen las catástrofes nucleares más graves de la historia, la de la central rusa de Chernóbyl (1986) y la nipona de Fukushima-1 (2011), a pesar de que les separa un intervalo de 25 años.
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES.
Son los accidentes nucleares más graves de la historia. Ucrania aún hoy tiene enfermos por radiación. En general y a grandes rasgos les enumeramos algunas de las similitudes y diferencias entre las dos Centrales:
- La central rusa estaba en funcionamiento. La japonesa fue apagada a raíz del terremoto
- Un total de 600 personas (empleados de la central, bomberos, voluntarios) intentaron apagar el incendio en Chernobyl. Murieron 26 que fueron considerados héroes. En Japón hay 180 empleados expuestos a una alta dosis de radioactividad intentando disminuir el sobrecalentamiento de los reactores. También son héroes.
- El pico de radiación en Chernobyl fue 50 veces superior al de Fukushima. Aún hoy el nivel de radiación en la ciudad rusa es 300 veces superior al nivel normal que existe en la capital de Ucrania, Kiev, a 150 kilómetros del siniestro.
- Chernobyl funcionaba sin protección metálica. Los reactores japoneses tienen varias capas de cobertura.
- Las dos centrales explotaron por el sobrecalentamiento de reactores.
- Unas 2 millones de personas todavía viven en zonas con alta radiación en Rusia. Unas 180 mil personas fueron evacuadas de los alrededores de Fukushima.
- Todavía en 2010, unas 110 mil personas están enfermas o sufren alguna discapacidad como consecuencia de Chernóbyl. En Japón se detectaron 23 personas con alta radioactividad.
- Chernóbyl : a pesar de que Mijaíl Gorbachov ya había iniciado la época de la Perestroika y Glásnost, es decir, de la libertad y transparencia de la información, las autoridades soviéticas se abstuvieron de avisar a la población acerca de la escala real del evento nuclear en la central de Chernóbyl. Por el contrario, hicieron todo lo posible para acallar los rumores entre los residentes de la localidad de Prípiat.
El primer anuncio sobre lo sucedido en el bloque 4 fue hecho 36 horas después de la catástrofe. El 27 de abril por la mañana se informó acerca de un accidente en la central, así sin más, y la muerte de dos empleados. Sobre alguna posible amenaza radioactiva no se dijo nada. Tampoco se habló de tomar medidas preventivas tales como cerrar ventanas, no salir a las calles, tomar fármacos con yodo y lavarse las manos. Según posteriormente afirmaron las autoridades, su objetivo al mantener silencio fue evitar el pánico.Aquel mismo día la radio de Prípiat declaró que los residentes de la ciudad serían evacuados por tres días. A pesar de que las rutas de evacuación fueron elaboradas tomando en cuenta la trayectoria de la nube radioactiva, los habitantes de otras regiones no recibieron ningún aviso acerca del peligro nuclear.
Los residentes de Prípiat fueron avisados de no llevar consigo muchas cosas y dejar a sus mascotas. La instrucción tenía dos objetivos: no generar pánico y no transportar objetos radioactivamente contaminados fuera de la zona.La gente hacía colas enormes al aire libre para atravesar los puntos de control, les hacían salir de los coches y buses: también estaban contaminados y no podían cruzar la "frontera". Los casos más graves sucedieron cuando los oficiales a cargo del control no permitían salir a las ambulancias y no había posibilidad de colocar a los enfermos en otros vehículos.
El 28 de abril, día cuando en Suecia se registraron lluvias radiactivas, se hizo público un breve informe de cinco líneas preparado para los países de Occidente que decía que en la central de Chernóbyl había ocurrido un accidente, estaba afectado uno de los reactores y se estaban tomando todas las medidas necesarias para liquidar las consecuencias. En los medios de comunicación soviéticos, mientras tanto, aún no aparecía ninguna información sobre alguna amenaza nuclear.
El 1 de mayo, residentes de ciudades ucranianas y bielorrusas salieron a las calles a participar en los desfiles dedicados a una de las fiestas más populares de la URSS— el Día de los Trabajadores— sin sospechar que corrían peligro; muchos resultaron con sobredosis de radiación.
Solo dos semanas después del accidente, cuando logró reducirse el incendio en la central y, respectivamente, el volumen de la propagación radioactiva, las autoridades soviéticas hicieron públicas unas cifras "más reales".
La población fue evacuada desde una zona de 10 kilómetros alrededor de la planta. Luego, comenzaron una evacuación de residentes dentro de una zona de 30 kilómetros. Entre 1986 y 1991 fueron evacuados 163.000 ucranianos.
Fukushima-1: Las autoridades japonesas sufren críticas por no hacer transparente toda la información disponible acerca de la situación en la central y por no reaccionar con la rapidez necesaria al evento. Son criticados también por tardar en anunciar una zona de exclusión alrededor de la central y por demorarse en aumentarla hasta los 30 kilómetros y para seguir las recomendaciones internacionales y ampliarla incluso más.
En tanto, los Gobiernos de diferentes países del mundo son criticados por no entregar datos referentes a la trayectoria de la nube radioactiva.
Al ser declarado el estado de alerta el 11 de marzo, fue evacuada la población dentro de una zona de 3 kilómetros alrededor de la planta nuclear. Al producirse las explosiones y calcularse aproximadamente el nivel de amenaza nuclear fueron evacuados todos aquellos residentes dentro de un radio de 20 kilómetros de la central. Más tarde, la zona de exclusión fue ampliada hasta los 30 kilómetros y se declaró evacuación voluntaria para la zona dentro de un radio de 40 kilómetros de la central.
Durante un mes y medio fueron evacuadas alrededor de 320.000 personas.Por temores a la radioactividad, las autoridades de Japón decidieron no evacuar desde la zona de exclusión de Fukushima unos mil cuerpos —para enterrarlos— de aquellos muertos por el tsunami.
Los refugiados deben pasar un control radioactivo y obtener un certificado oficial que confirme que están "limpios", en caso contrario, les pueden rechazar la asistencia social
En los desastres nucleares más serios en toda la historia de la humanidad, el de la central de Chernóbyl (1986) y el de Fukushima-1 (2011), algunos ven varios rasgos comunes a pesar de estar separados por un intervalo de 25 años.
LABORES DEL RESCATE Y NÚMERO DE VÍCTIMAS
Chernóbyl
Un empleado de la central murió en la explosión y uno más perdió la vida en un hospital debido a las graves heridas recibidas. Dentro de dos semanas murieron seis bomberos por envenenamiento por radiación; todos participaron en la lucha contra el incendio en el bloque 4 en las primeras horas después del estallido del reactor.
La presencia de un alto nivel de radiación en la zona fue definitivamente detectada tan solo dos horas después de producirse la avería puesto que la explosión había afectado a los dosímetros. A la hora de combatir el fuego los bomberos tenían solo ropas de lona, cascos y guantes como medios de protección. Los primeros meses después de la catástrofe se alcanzó un saldo total de veintiocho rescatistas y empleados de la central fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de unos 25.000 rescatistas y 9.000 empleados de la central y habitantes de la región como víctimas fatales directas de la catástrofe nuclear. Diferentes dosis de radiación fueron recibidas por más de 600.000 socorristas ucranianos, rusos y bielorrusos que actuaron en terreno, y más de siete millones de residentes de los territorios contaminados.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Ucrania, debido a las consecuencias del desastre nuclear de Chernóbyl, hoy en día el país tiene registrados 6 millones de personas con cáncer. Bielorrusia no cuenta con este tipo de estadísticas.
Fukushima.
En las labores del rescate en la planta participan unos 400 socorristas que trabajan por turnos.
A inicios de abril, bajo los escombros de la central fueron descubiertos dos cuerpos de empleados de la planta. Las autoridades japonesas informan de 28 socorristas que recibieron una sobredosis de radiación durante las labores del rescate: 250 mSv por hora. Todavía es imposible predecir con exactitud el escenario de desarrollo de la catástrofe y pronosticar daños a largo plazo en la salud de la población.
NIVEL DE CONTAMINACIÓN
En cuanto a los efectos de la radiación en los seres vivos, los valores fueron los siguientes:
Chernóbyl
El nivel de radiación alrededor del bloque 4 de la central de después de la avería llegó a 120.000.000 milisieverts (mSv) por hora. En las calles de Prípiat, ciudad ucraniana ubicada a 3 kilómetros de la central averiada, resultó ser de entre 50.000 y 100.000 mSv por hora. En la ciudad de Ivánkov, a unos 60 de la planta, 500 mSv por hora. En Kiev, la capital de Ucrania, situada a 112 kilómetros de la central, la cifra oficial fue de 34 mSv por hora.
Fukushima-1
El nivel de radiación que se mide en el territorio de la planta después de la catástrofe suele tener como valor máximo 1.000 mSv por hora, aunque en varios momentos podía alcanzar índices más altos. En la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de la planta el nivel de la radiación puede llegar a unos 100 mSv por hora, cifra que supera al promedio en 500 veces. En Tokio, la capital de Japón ubicada a 373 kilómetros de la central averiada, el valor máximo registrado fue de 0,093 mSv por hora.
Para comparar:
- Someterse a una radiación directa de más de 10.000 mSv provoca el colapso del sistema nervioso central y la muerte ocurre casi inmediatamente.
- Someterse a una radiación directa de entre 6.000 y 10.000 mSv provoca náuseas severas, hemorragias y diarrea, más daños graves a los pulmones y al aparato digestivo, lo que en un 50% de los casos se traduce en la muerte dentro de los 20 días siguientes.
- Someterse a una radiación directa de entre 3.000 y 6.000 mSv genera náuseas y hemorragias. En un 50% de los casos la pérdida de médula ósea resulta tan grave que provoca la muerte en los dos meses siguientes.
- Someterse a una radiación directa de entre 1.000 y 3.000 mSv provoca náuseas leves o agudas, pérdida bastante severa de médula ósea y de ganglios linfáticos. La recuperación en este caso solo es probable.
- Someterse a una radiación directa de entre 250 y 1.000 mSv puede causar náuseas y daños en el bazo y los ganglios linfáticos
Comparando dos desastres nucleares, el de la central de Chernóbyl, Ucrania, en 1986, y el de Fukushima -1, Japón, de 2011 —ambos de nivel 7 de gravedad, el máximo posible— los expertos suelen calificar al de Chernóbyl como el más grave en cuanto a la intensidad de la explosión y la composición de la fuga radioactiva. El de Fukushima se considera más peligroso desde el punto de vista de las consecuencias a largo plazo.
CONSECUENCIAS.
El 26 de abril de 1986 ocurrió un desastroso accidente en la central nuclear de Chernobil, Ucrania, que entonces formaba parte de la URSS. Un cuarto de siglo después, por causas muy diferentes, el 11 de marzo de 2011, la central nuclear de Fukushima en Japón sufrió una crisis (aún no superada) de grandes proporciones. Por encima de las decisiones oficiales de bajarle el tono a lo ocurrido en ambos sucesos, hoy hay conciencia en el mundo de que las centrales nucleares de energía pueden ocasionar desastres de devastadoras dimensiones.
Muchos hechos humanos y de la naturaleza generan daños inmensos y sus consecuencias son críticas pero poco o nada se asemeja a las secuelas de un percance nuclear. Y frente a ellos el género humano es aún impotente para controlarlos y superarlos.
Los desastres nucleares provocan en millones de seres vivos y en la naturaleza efectos devastadores y en los humanos, enfermedades incurables tales como la leucemia, cáncer en la piel, cáncer de tiroides, problemas de fertilidad, niños nacidos con malformaciones, plutonio (tóxico radioactivo) en el cuerpo durante decenas de años.
El accidente nuclear de Chernóbil, según cifras oficiales, arrojó un saldo de cerca de 4 mil víctimas; entidades independientes dicen que ellas fluctúan entre 500 mil y un millón.
Pese a haber entre los sucesos de Chernóbil y Fukushima un intervalo de 25 años, en ambos se ha demostrado que la tecnología es impotente a la hora de enfrentar y superar un accidente nuclear.En Chernóbil, los robots y excavadoras diseñadas para operar a control remoto y controlar la crisis no funcionaron por los altos niveles de radiación. Se esperaba que la lección se aprendiera y la tecnología mejorara, pero, 25 años después, ella falló en Fukushima. En ambos casos hubo que recurrir a humanos, los "liquidadores", héroes contemporáneos que sacrifican sus vidas a cambio de evitar que las consecuencias de tales accidentes sean inmensas.
En Chernóbil y en Fukushima, durante centenares de años, amplias zonas geográficas sufrirán consecuencias terribles y parte de ellas no serán habitable durante -probablemente- dos mil años.
Muy poco se ha vuelto a saber de lo qué ocurre en Fukushima. Argumentos tales como razones de Estado para evitar una gigantesca crisis económica y política, conveniencias de conglomerados financieros, han ido relegando el suceso a lugares secundarios en las noticias para que se pierda de la memoria colectiva. Pero el caso está ahí, no ha sido superado, sus nefastos efectos siguen vigentes, campos y poblaciones de un radio de decenas kilómetros siguen siendo víctimas de lo ocurrido, mientras la atención internacional se centra en cosas tales como partidos de fútbol y bodas reales.